La dupla argentina venció en la final a la pareja integrada por el búlgaro Andreev y el australiano Hijikata.
El bonaerense Sebastián Báez y el porteño Facundo Díaz Acosta obtuvieron la primera medalla dorada de la historia para el tenis argentino, al derrotar en la final de los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018 al dúo mixto compuesto por el búlgaro Adrian Andreev y el australiano Rinky Hijikata, ante cuatro mil personas en el Buenos Aires Lawn Tennis.
Con clima de Copa Davis, la dupla argentina fue de menor a mayor, como en su trabajo de la semana, para ganar con parciales de 6-4 y 6-4, en una hora de juego sobre el polvo de ladrillo del mítico Lawn Tennis.
Argentina, hasta Buenos Aires 2018, había conseguido cinco medallas olímpicas en tenis, dos de plata (Gabriela Sabatini en Seúl 1988 y Juan Martín Del Potro en Río 2016) y tres de bronce (Frana-Miniussi en Barcelona 1992, Suárez-Tarabini en Atenas 2004 y Del Potro en Londres 2012), todas en mayores.
Pero como local, Díaz Acosta (que además ganó la plata en single) y Báez pudieron ratificar su favoritismo para darle el máximo galardón olímpico al tenis argentino, que ya había completado su palmarés con la Copa Davis en 2016.
“Estamos el doble de contentos por saber que es la primera dorada olímpica para el tenis argentino”, aseguró Báez, nacido en la localidad de San Martín, pero de familia chaqueña.
Báez es actualmente uno de los mejores junior del mundo, mientras que el zurdo Díaz Acosta tuvo un curso intensivo durante esta semana, donde desplegó un gran tenis y cerró una temporada de muy buenos resultados, coronado por la plata y el oro que colgó en su pecho.
Amigos fuera de la cancha, esa simbiosis es clave para bancarse en momentos de bajón dentro del court y durante las largas giras que los tenistas deben tener que soportar.
Pero en Buenos Aires 2018 todo fue diferente, porque tanto Báez como Díaz Acosta convivieron con el resto de los deportistas cuando generalmente tienen que pasar sus días en soledad.
“Jugar en unos Juegos Olímpicos en casa fue algo increíble, una motivación extra, a diferencia de una competencia individual estás todo el tiempo representando a tu país, con tu gente, compartiendo con otros deportes, es algo nuevo para nosotros que pudimos disfrutar al máximo y sacarle el jugo”, aseguró Báez en zona mixta.
Y Díaz Acosta, agregó: “Representar al país es salgo distinto a jugar para uno, eso nos dio un poco más de motivación, jugar mejor y estar enfocados para poder llevarnos esta medalla”.
Sobre la final de este domingo, a cancha llena, el bonaerense reconoció que pudo sacarse la espina por las derrotas en el single (en cuartos de final) y el dobles mixto con María Lourdes Carlé.
“Me quedé con el gusto triste de las otras derrotas, pero entendí que en unos Juegos Olímpicos sacar una medalla es algo increíble, no solo en lo personal, sino también para el país, porque esto queda para siempre en el deporte”, explicó.
“El clima fue muy similar a una Copa Davis, entramos y cada punto íbamos sintiéndonos mejor, nos soltamos y cerramos bien”, analizó.
“La verdad que estaba muy nervioso, quería tomar la revancha de ayer, pero obviamente estábamos muy motivados, y creo que nos salió bastante bien”, cerró Díaz Acosta.